El sector público y, en general, la sociedad, percibe de forma cada vez más clara el gran potencial que tiene el uso de los drones para el beneficio de los ciudadanos. Veinticinco años atrás este potencial se centraba en aplicaciones militares, pero hoy en día se empiezan a consolidar también aplicaciones de gran interés para el ámbito civil.
El auge de los sistemas de drones en los últimos años ha ido creciendo año tras año, registrándose a finales de 2023 más de 94.000 operadores inscritos en el registro de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), lo que supone un 32% más que en el año 2022, y más de 180.000 pilotos certificados desde que salió la normativa
En los años 90, las empresas fabricantes de drones acuñaron el término de las “3D” para explicar de forma muy clara las posibles aplicaciones de los drones: Dangerous, Dull, Dirty. Es decir, los drones servían para aplicaciones que fueran peligrosas, tediosas o sucias (o la suma de ellas).
Actualmente este concepto de las 3D, aunque sigue estando vigente, ha evolucionado hacia las “3S”: Safety, Sustainability and Society, denotando un claro viraje hacia la seguridad en vuelo y en tierra de personas y bienes, la preservación del medio ambiente y los servicios a la sociedad.
Aunque existen otras aplicaciones de nicho concretas, los dos grandes campos de aplicación de los drones en el ámbito civil por parte del sector público son la observación y el transporte.
Observación de la tierra y los océanos
Las aplicaciones de observación desarrollan el concepto de “ojo en el cielo” (eye-in-the-sky). Esta capacidad permite desarrollar una cantidad ingente de aplicaciones muy diversas, desde el dron que mide la velocidad de un coche para multar al conductor si excede el límite de velocidad del tramo, pasando por aplicaciones de conteo e identificación de personas en multitudes, intrusión en perímetros de seguridad, servicios de rescate en el mar, monitorización de vías (carreteras, tendidos eléctricos, gaseoductos), monitorización de incendios forestales, de erupciones de volcanes, de daños de un huracán o terremoto, de vertidos en el mar, etc. Todas ellas existen en la actualidad, están disponibles, y comienzan a ser usadas por el sector público conforme a la normativa vigente, que todavía las limita.
Transporte: mercancías y personas
En cuanto al transporte de mercancías, un servicio de gran interés es el transporte de productos específicos que cubren necesidades importantes a zonas aisladas o remotas, como puede ser el caso de medicinas, documentos, muestras clínicas, órganos o repuestos. Numerosos proyectos en el mundo tienen como objetivo lograr prestar de manera segura este tipo de servicios.
Respecto al transporte de personas, una de las aplicaciones más novedosas e impactantes es el Urban Air Mobility (UAM). Existen en el mundo más de una treintena de empresas entre las que se encuentran Airbus, Boeing o Hyundai, que están desarrollando lo que se conoce como AAV, Autonomous Aerial Vehicles, o también eVTOL (electronic Vertical Take-Off and Landing).
Se trata de vehículos de despegue y aterrizaje vertical, propulsados por baterías eléctricas, que van a permitir el transporte puerta a puerta de personas, sin piloto, especialmente en ciudades. Este tipo de proyectos supone un reto tecnológico muy importante, que requiere no sólo el diseño y fabricación de estas plataformas aéreas, sino también su completa certificación, su integración en el espacio aéreo convencional, y el desarrollo de una red de infraestructuras que permita su operación, incluyendo sistemas de comunicación, de seguimiento e identificación de las aeronaves, etc., y los edificios e instalaciones adecuados para el aterrizaje, despegue y tratamiento del pasajero y de la aeronave, dentro de las ciudades: vertipuertos o dronepuertos.
El desarrollo de todos estos servicios se consolida poco a poco con los avances en el área normativa, que es imprescindible para garantizar la seguridad de los mismos.
An eye-in-the-sky: instalando diferentes cámaras y/o sensores en el dron se pueden observar, medir y registrar desde el aire todo lo que sucede por debajo de ellos.
Desde 2014, Novadays acompaña a diversos gobiernos en sus programas y proyectos en el segmento de los vehículos no tripulados, en el marco de sus políticas de innovación, industria, seguridad o emergencias.